Cuando uno entra de verdad en un proceso de purificación-sanación-curación-aprendizaje los síntomas dejan de manifestarse tan arduamente, parece que hay una relajación en nuestro ser más profundo de que la personalidad va bien encaminada, muchas patologías dejan de molestarnos pues ya hemos tomado el mando de nuestro proceso o lo hemos dejado en buenas manos, me refiero maestros cualificados. Esto sólo sucede cuando de verdad queremos llegar a la raíz del problema y cambiar la mente, no cuando solo queremos algunos parches para seguir tirando.